jueves, 1 de mayo de 2014

DÍA DEL TRABAJADOR

            "AL TRABAJADOR COLCABAMBINO"

 Lo que caracteriza al poblador Tayacajino, Colcabambino y Tocasino, es sin duda su trabajo. Generalmente no tienen horario establecido y remuneración fija. Solo trabajan según las condiciones lo permitan, considerando al ocio como un mal para la familia y la sociedad...
Aquí un relato con el cual los padres inculcan  a sus hijos a practicar y tener hábitos de trabajo. 

Dicen que  había una mamá que tenía siete hijos.
A éstos los había mandado a la chacra: «Vayan hijos a sembrar».
Con su taklla y semilla dice que los manda a sembrar.
Una vez llegado a la chacra, no habían sembrado, haciendo pachamanka se los habían comido los vagos a la semilla.
Pasado un tiempo en tiempo de cultivar la madre les manda otra vez y les dice: «¿Cómo está la papa hijitos?”.
 “Ha salido bien».
 Lo mismo en la re cultivada, con el mismo cuento regresan.
En la cosecha, la mamá fue a la chacra y no la encuentra. Mira las papas en otra chacra y creyendo que eso sembraron sus hijos saca la papa.
Entonces: « ¿Qué te pasa? -Le dicen- Esta es mi chacra». «Tus hijos no han sembrado nada, se han hecho Pachamanka con tu semilla, después han jugado todos».
 La mamá regresó llorando. «Me han engañado mis hijos.
 Llegando a su casa cocina para los hijos vagos. Se cortó su pierna y cocinó para sus hijos.
Cuando llegaron, sin decirle nada les hizo comer y luego: «Ay... hijos, ya me han comido. Ahora estarán felices después de comerme. ¿Por qué me han engañado, porqué han jugado, porqué han hecho pachamanka? ¡Me han engañado!» -diciendo empezó a llorar y luego se murió.
 Los muchachos se dieron cuenta. « ¿Qué hemos hecho?   Los siete vagos meditan: « ¿Qué podemos hacer? ¿Adónde podemos irnos?». El otro dice que opina: «Podemos ser palos», «si somos palo nos van a cortar». «Podemos ser piedras», «si somos piedra nos van a patear». « ¿Entonces qué podemos ser?».
 El más chiquitito dice: “Que tal podemos ser Estrellas». Y así se fueron al cielo los ociosos, por eso dice que se llama Antish, los siete vagos del cielo.