"AL TRABAJADOR COLCABAMBINO"
Lo que caracteriza al poblador Tayacajino, Colcabambino y Tocasino, es sin duda su trabajo. Generalmente no tienen horario establecido y remuneración fija. Solo trabajan según las condiciones lo permitan, considerando al ocio como un mal para la familia y la sociedad...
Aquí un relato con el cual los padres inculcan a sus hijos a practicar y tener hábitos de trabajo.
Dicen que había una mamá que tenía siete hijos.
A éstos los
había mandado a la chacra: «Vayan hijos a sembrar».
Con su taklla y semilla dice que
los manda a sembrar.
Una vez
llegado a la chacra, no habían sembrado, haciendo pachamanka
se los habían comido los vagos a la semilla.
Pasado un
tiempo en tiempo de cultivar la madre les manda otra vez y les dice: «¿Cómo
está la papa hijitos?”.
“Ha salido bien».
Lo mismo en la re cultivada, con el mismo cuento
regresan.
En la
cosecha, la mamá fue a la chacra y no la encuentra. Mira las papas en otra
chacra y creyendo que eso sembraron sus hijos saca la papa.
Entonces: «
¿Qué te pasa? -Le dicen- Esta es mi chacra». «Tus hijos no han sembrado nada,
se han hecho Pachamanka con tu semilla, después han jugado todos».
La mamá regresó llorando. «Me han engañado mis
hijos.
Llegando a su casa cocina para los hijos
vagos. Se cortó su pierna y cocinó para sus hijos.
Cuando
llegaron, sin decirle nada les hizo comer y luego: «Ay... hijos, ya me han
comido. Ahora estarán felices después de comerme. ¿Por qué me han engañado,
porqué han jugado, porqué han hecho pachamanka? ¡Me han engañado!» -diciendo empezó a llorar y luego se murió.
Los muchachos se dieron cuenta. « ¿Qué hemos
hecho? Los siete vagos meditan: « ¿Qué
podemos hacer? ¿Adónde podemos irnos?». El otro dice que opina: «Podemos ser
palos», «si somos palo nos van a cortar». «Podemos ser piedras», «si somos
piedra nos van a patear». « ¿Entonces qué podemos ser?».
El más chiquitito dice: “Que tal podemos ser
Estrellas». Y así se fueron al cielo los ociosos, por eso dice que se llama Antish, los siete vagos del
cielo.