DANZANTES DE TIJERAS
Los danzantes de tijeras existian de antes de la época incaica. Sus cultores cumplían el papel de sacerdotes, curanderos layas o brujos (chamanes). Con la llegada de los conquistadores, en protesta, los danzantes profetas andinos aparecen anunciando el fin del mundo para los invasores, y entonces son perseguidos y ejecutados.
Según los cronistas, por presión de los españoles, los danzantes adecuaron estos festejos a las pascuas de navidad, año nuevo y pascuas de los reyes. En la actualidad la danza se practica con diversos nombres: “danzas” en Ayacucho, “sangras” en Apurímac, “gala” en Huancavelica.
Según los cronistas, por presión de los españoles, los danzantes adecuaron estos festejos a las pascuas de navidad, año nuevo y pascuas de los reyes. En la actualidad la danza se practica con diversos nombres: “danzas” en Ayacucho, “sangras” en Apurímac, “gala” en Huancavelica.
En el caso de nuestra zona Tayacaja, Colcabamba y Tocas se realizan en las fiestas de navidad, año nuevo y bajada de reyes: 25 de diciembre el 1 de enero y el 6 de enero.
Los “galas” con sus atuendos vistosos y detallistas, simbolizan las fuerzas. Al enfrentarse los galas en el “atipanacuy”, no solo a través de su destreza y excelente estado físico, deben tener coraje, ímpetu, tenacidad e instinto de superación. Con ello, se convierten en la representación de todas las fuerzas misteriosas que rigen silenciosamente el universo. Es un estilo de pensamiento que evidencia en las tijeras las cuales son macho y hembra, agudo y grave, sacro y profano.
Es también algo más: los “galas” se sustentan en dos elementos fundamentales, la forma de pensar de quienes las cultivan o representan, el sentir de nuestros pueblos.
Es una danza de hombres que se desarrolla en contrapunto al son del arpa y el violín. En el antaño se le llamaba “supay huapasi tusak”; danza en la casa del diablo.
En Tocas se baila el 24, 25 y 26 de diciembre y cada melodía corresponde a distintas estaciones de la danza: pasacalle, para recorrer las calles; wallpa wajay cuando son las tres de la mañana y canta gallo. Durante el día se tocan en tono mayor, por la noche, en tono menor.
El 24 en la tarde llegan al pueblo los músicos y danzantes, y se dirigen a la casa de los mayordomos. A las 12 de la noche en secreto, hacen el pago en la plaza y adoran al niño Jesús que nace; con cantos, bailes y bendiciones.
El 25 es conocido como “día” por ser el día central, desfilan por las calles y bailan contrapunteo generalmente a partir del medio día en la plaza del pueblo, se ubican en cada esquina dependiendo de la cantidad de mayordomos y cada uno con sus familiares y amigos que alentarán a su gala.
La competencia este día es conocido como “compas”, baile al son de la música del arpa y violín y ritmo.
El 26 se hacen las pruebas: hacen números de magia, se traspasan con agujas y espinas, suben a las torres de la iglesia donde realizan demostraciones de equilibrio y acrobacia para luego en la noche - en el despacho- regresar a sus lugares de origen.
Esta danza con el correr del tiempo y su incorporación a los espacios urbanos, ya que también se baila en las ciudades, sufrieron profundos cambios, como es caso de mezclar con géneros diferentes y crear coreografías para la atención de la gente de ciudad al punto que ahora es posible hablar de versiones antiguas y modernas. Como fuere, lo cierto es que estas danza milenaria de nuestra entraña han vuelto a ponernos en la cresta de la cultura mundial al ser declarado PATRIMONIO CULTURAL INMATERIAL DE LA HUMANIDAD POR LA UNESCO.
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