lunes, 13 de abril de 2009

BARBECHO DE TIERRAS EN TOCAS

FAENA O CHAKMA
Febrero y Marzo, es la temporada de lluvias del invierno, no fue tan fuerte como el año anterior, estas lluvias hacen posible que la tierra sea suave, aunque a veces crea derrumbes y corta caminos; pero muy provechoso para la siembra de arvejas y para el maíz, lentejas, cebadas que están en pleno verdor.
Pero para los pobladores de tocas y por supuesto en toda Colcabamba, en las partes donde se siembra la papa, es la temporada del barbecho, aquí se le conoce como “chakma” o “faena”. Chakma es un pedazo de tierra con césped o sin ella levantada y volteada.
Los quechua-hablante usan mayormente la palabra “chakma” y otros como faena. Que consiste en voltear un terreno, para que la tierra de la parte superior con todos los residuos de plantas, hojas, césped o gras pase al fondo de la tierra; descomponiendose y creando abono. La tierra previamente debe de haber descansado cierto tiempo, puede ser 4 a mas años sin siembra, en otros casos se hacen en tierras vírgenes aunque por esta parte ya no hay muchas.
El “chakma” o “chacma”, es considerado por los Tocasinos y claro por todo lo andino como una tradición; porque aparte de trabajar la tierra se pone a prueba la fuerza y resistencia de los varones, mayormente de los jóvenes y la forma de trabajar en grupo.
Estamos en la chacra de don Francisco. Es sábado día preferido para esta competencia. Ya son las 8:30 de la mañana, don Francisco debe estar temprano, el primero en llegar, también venimos temprano. Al costado de la chacra de aproximadamente 2 hectáreas, de variado relieve, y diseminados se puede apreciar a los competidores.
Aunque ya se esta perdiendo la costumbre de llevar un “tinyero”: el patrón a llevado uno, el que toca la tinya acompañado de un pinkullo dulce. Aurelio se llama el que toca muy bien este instrumento entonando desde las primeras horas, creando un ambiente de valor, ánimo; a la vez es una forma de invitar a los aficionados a esta competencia y publico en general, ya que algunos se deciden a participar a ultima hora .
Mientras don Francisco se empeña en repartir la hoja de coca a los que tienen la costumbre de chaccharlo, solo algunos lo hacen.
Mientras los competidores que hasta esta hora ya son como 16 personas alistan sus herramientas, adecuándolos a su forma de uso. Por ejemplo; amarran sus “suquis” o “sukis”: en otras partes conocidos como la “Chaquitaclla” en Tocas se conoce como “sukis”. El “tinyero” toca sus instrumentos en los lugares de donde se pueda escuchar a todo el valle. Es así que se ven a lo lejos a más competidores cada uno con su herramienta; es un ánimo para los que ya están aquí, porque sienten que la competencia va ser fuerte y a la vez interesante por la cantidad de competidores.

Mientras ello hay dos personas designadas específicamente para hacer los “topos”. Marcar los carriles para los competidores; tienen que observar bien la forma y extensión de terreno y de acuerdo a ello hacer las medidas. Estos empiezan su labor más temprano, a la hora que inicien la faena ya deben de haber marcado la mitad del terreno.
Ya son mas de las nueve y por experiencia saben que a esa hora ya no llegaran mas competidores y por eso el patrón don Francisco pide a los competidores acercarse a un lugar e indicarles las reglas, como también anunciar el premio a disputarse; “hacer el trabajo limpio y ordenado” es la única regla al parecer y luego indicarle el premio: “el primer puesto será este chanchito”- dice don francisco- al mostrar un lechón de mediana edad, el segundo lugar será 150 soles, el tercero 70 el cuarto 30 y el quinto una jaba de gaseosa y por supuesto todo los participantes reciben su jornal de 20 a 25 soles.
Los equipos ya están conformados, hay 8 grupos de cuatro integrantes cada uno: en un equipo van dos “sukis” y dos lampas “rapachos”- los que llevan el sukis introducen este en la tierra y levantan un poco y los otros dos conocidos como “rapachos” levantan y voltean la “chakma” con su lampa.
Todos se ponen en la base del terreno, los carriles en algunas veces se sortean pero esta vez no hay necesidad, cada uno escoge su carril a su criterio y la suerte les puede ayudar; ya que algunas partes del terreno pueden ser mas duras que otras , otras partes con arbustos o limpios y en otras con áreas muy suaves. Eso no importa, inician todos iguales.
Al compas de la tinya y el pinkullo que entona la tonada de típico inicio, se puede escuchar el sonido de las herramientas al chocar con el suelo.
Se ha empezado cerca a las 10 de la mañana, pero el avance es muy rápido, todos avanzan iguales.
Tiene que haber mucha sincronización al momento de voltear una “chakma”, ya que una descoordinación puede costarle mucho. Ya sea en lo anímico y en agotamiento. A veces el instrumento puede chocar con un piedra, en otras se puede perder el equilibrio y perder tiempo.
El patrón don Francisco solo se encarga de revisar la faena. Llama la atención a los que están haciendo mal, ya que la “chakma” tiene que quedar completamente volteado, no debe mostrarse siquiera un poco de pasto o arbusto.
A estas horas la esposa e hijas de don francisco acompañadas de otras señoras como ayudantes ya han llegado para preparar el almuerzo, han cargado enormes ollas y todo lo necesario par los cerca de 50 personas en total que están allí.
Pero antes tienen que preparar el refresco para el miskipa, aunque no hace mucho calor, siempre en estas competencias se requiere agua o limonada.
Pasado la media hora de competencia se puede apreciar ya las separación de uno y otro equipo, algunos se han distanciado muy rápido y el área trabajada ya es extenso.
Se siente un ambiente de presión por momentos, principalmente por aquellos que quedan rezagados y empiezan a desesperarse y a la vez un ambiente de ánimo en los que van adelante, dándose mas animo de forma amable.
Pasado las once don Francisco ordena un descanso y todos tienen que detenerse en el lugar donde están. Las señoras se encargan presurosas de repartir los refrescos. Mientras los competidores se acomodan para reparar fuerzas, algunos chacchan su hoja de coca; otros con su miskipa: fiambre para estas ocasiones. Esta vez don Francisco reparte fruta a todos, plátanos y bizcochos a todos los participantes.
El es momento para analizar sus accionar, solucionar sus fallas y corregir sus herramientas en caso funcione mal. Ello dura en promedio media hora. Luego de ello se ordena que se ubiquen en el lugar donde se habían quedado par reiniciar al mismo tiempo, esta vez será igual hasta el almuerzo.
Se puede ver que algunos equipos se recuperan y logran ubicarse en los primeros lugares, a otros les ha tocado una partes fuertes y se quedan un poco, pero igual todos avanzan.
Mientras el almuerzo esta en pleno hervor; se prepara caldo de pollo a pedido de los competidores, ya que una comida fuerte como un segundo no es muy bueno por el cansancio y el tiempo que se digiere. Se ha sacrificado 5 pollos y con todo los ingredientes espera listo a la hora del almuerzo.
A la 1 de la tarde se ordena otro descanso para el almuerzo, hay dos heridos, por golpes con la lampa, son leves asi que no piensan en retirase. Siempre suceden golpes hechos por un compañero de equipo mayormente al pie del que lleva el “suqui”.
En un lugar adecuado para el almuerzo se les sirve a todos acompañado esta vez de mote, se puede acompañar también con papas sancochadas. Los competidores se caracterizan por consumirlos muy rápido, ya sea por las energías gastados o para tener mas tiempo en relajarse.
El almuerzo dura muy poco y al terminar cada uno se retira un poco lejos para descansar. Quedando al final en su mayoría solo las mujeres que prepararon , ellas son las ultimas en comer y recoger los platos.
Puede durar como una hora incluyendo el almuerzo. Y esta hora hace mas calor, todo un reto para los competidores.
Don Francisco les da ánimo para que se alisten nuevamente y terminan la faena. Todos de nuevo a su sitio otra vez a la faena.
A esta horas los que hicieron los topos ya se dedican a corregir o arreglar los ”chakmas” mal volteadas. Luego de media hora un equipo abandona la competencia por la rotura de su “suqui”, estaba en los primeros lugares. Ahora hay solo siete, y a media hora mas tarde un equipo mas se rinde y también abandona. El lugar dejado por estos equipos nadie lo trabaja. Queda como lo denominan aquí “suyu”.
Nos olvidamos del tinyero don Aurelio, el sigue entonando a cada momentos su instrumento yendo de un lado a otro delante de la competencia.
Parece que se avanzó rápido, se hace un pequeño descanso a las 3: 30 p.m. pero el valor les a animado para ya no hacer este descanso y seguir hasta terminar, hay quejas de los que están agotados; pero la mayoría decide seguir y así se hace. Para no quedar mal también continúan.
Solo media hora mas el primero llega al final. Gana. Alentado por la gente que esta alrededor, las mujeres, niños. Ha ganado con solo tres lampas al segundo. El tercero y cuarto llegan casi iguales produciéndose reclamo. Y los otros dos han quedado lejos están todavía compitiendo y cumpliendo su trabajo de llegar a la meta.
Al final llegan y termina la competencia, son las 4:30 es temprano para descansar pero ya no hay terreno. Solo quedaron unas franjas sin trabajar de los que se retiraron.
Don Francisco agradece a todos los participantes y entrega el premio
Al primero su chanchito y lo estipulado a los demás, además de su aguardiente, una botella a cada equipo.
Se curan las heridas y algunos empiezan a brindar con su aguardiente y entre vivas se felicitan.
Todo ha terminado. Los competidores algunos conformes; otros no, pero todos retornan a sus hogares agotados, algunos curando sus heridas otros con su premio vitoreando y la familia de don Francisco regresan con todo lo que se ha llevado.
Para el análisis de don Francisco ha sido una competencia buena, por la acogida, por el resultado final, solo espera que su terreno produzca muy bien ya que si se mantienen el precio actual tendrá una ganancia importante.
Para nosotros fue un día lleno de aprendizaje. Apreciar el valor de los hombres de tocas seguir sus costumbres, y es mas; apreciar a los jóvenes competir con orgullo, algunos no cobran su jornal, sino a ver venido por “ayni”.
Nos vamos orgullosos de tener algo que caracteriza esta parte de Colcabamba, al compas del la tinya y el pinkullo de Aurelio que se ha quedado en la chacra entonando huaynos alegres para los ganadores y los que deciden seguir una amena conversación con sus aguardientes.