YANTA FAENA
Un pueblo que olvida sus costumbres, pueblo que va perdiendo su identidad.
Si bien el cambio es arrollador en el mundo, y la desaparición de las costumbres
de cada pueblo es inminente, este cambio debe ser paulatino. Para ello es
importante recordar y hacer saber a la nueva generación de nuestras costumbres.
“YANTA FAENA”
Faena como se sabe es la competencia.
Yanta es la palabra quechua que significa leña.
“Yanta faena” es la competencia en rajar leña.
En nuestro pueblo cada fiesta costumbrista, patronal
y/o tradicional si bien es para bailar, cantar, etc. También es una oportunidad
para disfrutar y compartir nuestras comidas.
Por supuesto
que la preparación tiene que ser en grandes cantidades para los invitados, y se
usa la leña para la preparación de estos potajes en las festividades.
A raíz de ello
es que, con antelación se prepara la leña y siendo agosto un mes con ausencia
de lluvias es muy propicio para ello.
El yanta faena se ha convertido también en otra tradición, una costumbre que
antecede a otra. Ya sea a la fiesta de todos los santos, navidad o la patronal
virgen del Carmen.
Durante el mes de agosto, cada sábado, los mayordomos convocan a la población
en general para el yanta faena, teniendo cuidado que no coincidan el mismo día
entre mayordomos.
Comúnmente tenemos casi 20 mayordomos para las fiestas
de todos los santos en noviembre, navidad en diciembre y virgen del Carmen en julio.
Este es el proceso en la actualidad:
El anuncio apareció dos semanas antes, los locutores de las radios locales –
que son dos radios- hacen las invitaciones hasta las últimas horas; terminando
sus comentarios con un ¡te esperamos!
Es sábado, el día avizora ser muy soleado como los demás días de la semana, en
un rinconcito del valle se oyen los “pinkulleros” – maestros que tocan la tinya
y el pinkullo”- tocan melodías alegres característicos de esta costumbre, los
familiares, amigos y el público en general se dirigen a la casa del mayordomo y
a todos se les reciben con un suculento desayuno, consistente en nuestro típico
mondongo.
Cada compadre llega con una bandera para los mayordomos; es un símbolo de
compadrazgo y amistad.
Cada uno trae banderas de diferentes colores, así el
mayordomo al terminar el desayuno está cargando un ramillete multicolor de
banderas flameando sobre su espalda.
Las mujeres llevan ramos de flores y bebidas amarrados
con una cinta.
Aproximadamente a las ocho de la mañana se inicia con
el trabajo.
Bajo un bullicioso silbido de los pinkullos y las tinyas, los asistentes se
organizan en pandillas o grupos para el traslado de los troncos, el mayordomo
indica a cada grupo el lugar de donde tienen que trasladar. Antiguamente se hacía
como en el viga huantuy, trasladando de lugares alejados a base de fuerza; pero
ahora por la modernidad tenemos carreteras, que nos permite el uso de vehículos
y es así que cada grupo se dirigen con un maestro pinkullero, un carro-camión y
un maestro con moto sierra y los acompañantes que generalmente son varones
llevan hachas, sogas y mantas de costal.
Los arboles son donados a cada mayordomo por los voluntarios, y en este lugar
se inicia con el tumbado, troceado y cargado al carro, así se pasan yendo de un
lugar a otro hasta la hora del almuerzo y luego de ello continúan juntando
hasta la tarde.
Parece muy simple; pero la gente encuentra el sentido de costumbre en la música
que interpretan, el ambiente de traslado al pasado que genera esta música,
bebida y comida.
Parece muy simple; pero hay alegría en los corazones de la gente que participa.
Parece muy simple; pero el ambiente de camaradería, de sociabilización, de
hacer un trabajo gratis hace de esta costumbre una tradición.
Ya cae la noche y es hora de bailar y cantar, el día ha sido cansado para unos
y ligero par otros.
En la casa
están varones, mujeres, jóvenes y niños.
En todo el día
el pinkullero no ha parado de tocar y ya las bebidas han hecho su efecto en
algunos, ya algunas señoras se animan a cantar huaynos sentimentales, ya los
varones se animan a bailar y competir en el cuchuscha o codeo; una costumbre
asociada a la música. Ya los mayordomos mandan a preparar los calientitos para
pasar toda la noche de baile.
La actividad no ha terminado, mañana es la raja leña,
han juntado abundante troncos, mañana domingo habrá otra actividad donde cada
participante demostrará su destreza con el hacha al rajar la mayor cantidad de
leña en el menor tiempo, tenemos algunos especialistas, pero todos quieren
probar sus habilidades y así lo hacen. Se disputan el hacha de oro y plata.
Las mujeres preparan el almuerzo, los niños ayudan a juntar la leña y apilar en
un lugar seco, los ancianos juntan las ramas para tapar. Todos participan, la
música cambia de tonalidades de acuerdo a la actividad precisa que realizan.
Solo cuando terminan de apilar se tapa con las ramas de los árboles y en una
mezcla de religiosidad andina y extranjera se coloca sobre el apilado de rajadas
de leña, una cruz con unos palos pequeños o ramas.
Algunos mayordomos harán el cebo respectivo de
caramelos y dulces.
Así; esta leña pasara los días secándose hasta el día de la festividad.
Mientras los presentes celebran la culminación de esta yanta faena con música
baile y bebidas.
Con la finalización de esta costumbre se inicia otra costumbre, todos tienen el
mismo sentido. Hacer que la fiesta de los mayordomos tenga suficiente leña.