sábado, 17 de agosto de 2013

YANTA FAENA

YANTA FAENA


Un pueblo que olvida sus costumbres, pueblo que va perdiendo su identidad.
Si bien el cambio es arrollador en el mundo, y la desaparición de las costumbres de cada pueblo es inminente, este cambio debe ser paulatino. Para ello es importante recordar y hacer saber a la nueva generación  de nuestras costumbres.
“YANTA FAENA”

Faena como se sabe es la competencia.
Yanta es la palabra quechua que significa leña.

“Yanta faena” es la competencia en rajar leña.
En nuestro pueblo cada fiesta costumbrista, patronal y/o tradicional si bien es para bailar, cantar, etc. También es una oportunidad para disfrutar y compartir nuestras comidas.
 Por supuesto que la preparación tiene que ser en grandes cantidades para los invitados, y se usa la leña para la preparación de estos potajes en las festividades.
 A raíz de ello es que, con antelación se prepara la leña y siendo agosto un mes con ausencia de lluvias es muy propicio para ello.
El yanta faena se ha convertido también en otra tradición, una costumbre que antecede a otra. Ya sea a la fiesta de todos los santos, navidad o la patronal virgen del Carmen.


Durante el mes de agosto, cada sábado, los mayordomos convocan a la población en general para el yanta faena, teniendo cuidado que no coincidan el mismo día entre mayordomos.

Comúnmente tenemos casi 20 mayordomos para las fiestas de todos los santos en noviembre, navidad  en diciembre y virgen del Carmen en julio.
Este es el proceso en la actualidad:
El anuncio apareció dos semanas antes, los locutores de las radios locales – que son dos radios- hacen las invitaciones hasta las últimas horas; terminando sus comentarios con un ¡te esperamos!
Es sábado, el día avizora ser muy soleado como los demás días de la semana, en un rinconcito del valle se oyen los “pinkulleros” – maestros que tocan la tinya y el pinkullo”- tocan melodías alegres característicos de esta costumbre, los familiares, amigos y el público en general se dirigen a la casa del mayordomo y a todos se les reciben con un suculento desayuno, consistente en nuestro típico mondongo.
Cada compadre llega con una bandera para los mayordomos; es un símbolo de compadrazgo y amistad.

Cada uno trae banderas de diferentes colores, así el mayordomo al terminar el desayuno está cargando un ramillete multicolor de banderas flameando sobre su espalda.
Las mujeres llevan ramos de flores y bebidas amarrados con una cinta.
Aproximadamente a las ocho de la mañana se inicia con el trabajo.
Bajo un bullicioso silbido de los pinkullos y las tinyas, los asistentes se organizan en pandillas o grupos para el traslado de los troncos, el mayordomo indica a cada grupo el lugar de donde tienen que trasladar. Antiguamente se hacía como en el viga huantuy, trasladando de lugares alejados a base de fuerza; pero ahora por la modernidad tenemos carreteras, que nos permite el uso de vehículos y es así que cada grupo se dirigen con un maestro pinkullero, un carro-camión y un maestro con moto sierra y los acompañantes que generalmente son varones llevan hachas, sogas y mantas de costal.
Los arboles son donados a cada mayordomo por los voluntarios, y en este lugar se inicia con el tumbado, troceado y cargado al carro, así se pasan yendo de un lugar a otro hasta la hora del almuerzo y luego de ello continúan juntando hasta la tarde.
Parece muy simple; pero la gente encuentra el sentido de costumbre en la música que interpretan, el ambiente de traslado al pasado que genera esta música, bebida y comida.
Parece muy simple; pero hay alegría en los corazones de la gente que participa.
Parece muy simple; pero el ambiente de camaradería, de sociabilización, de hacer un trabajo gratis hace de esta costumbre una tradición.
Ya cae la noche y es hora de bailar y cantar, el día ha sido cansado para unos y ligero par otros.

 En la casa están varones, mujeres, jóvenes y niños.
 En todo el día el pinkullero no ha parado de tocar y ya las bebidas han hecho su efecto en algunos, ya algunas señoras se animan a cantar huaynos sentimentales, ya los varones se animan a bailar y competir en el cuchuscha o codeo; una costumbre asociada a la música. Ya los mayordomos mandan a preparar los calientitos para pasar toda la noche de baile.
La actividad no ha terminado, mañana es la raja leña, han juntado abundante troncos, mañana domingo habrá otra actividad donde cada participante demostrará su destreza con el hacha al rajar la mayor cantidad de leña en el menor tiempo, tenemos algunos especialistas, pero todos quieren probar sus habilidades y así lo hacen. Se disputan el hacha de oro y plata.
Las mujeres preparan el almuerzo, los niños ayudan a juntar la leña y apilar en un lugar seco, los ancianos juntan las ramas para tapar. Todos participan, la música cambia de tonalidades de acuerdo a la actividad precisa que realizan.
Solo cuando terminan de apilar se tapa con las ramas de los árboles y en una mezcla de religiosidad andina y extranjera se coloca sobre el apilado de rajadas de leña, una cruz con unos palos pequeños o ramas.


Algunos mayordomos harán el cebo respectivo de caramelos y dulces.
Así; esta leña pasara los días secándose hasta el día de la festividad.
Mientras los presentes celebran la culminación de esta yanta faena con música baile y bebidas.
Con la finalización de esta costumbre se inicia otra costumbre, todos tienen el mismo sentido. Hacer que la fiesta de los mayordomos tenga suficiente leña.